La célebre plaza egipcia vuelve a llenarse, esta vez por multitudes deseosas de sacarse de encima al islamista Mohamed Morsi.
En Twitter abundan las imágenes impactantes de la plaza, de noche y de día, con gente bailando o, como en la que ilustra hoy esta sección, rezando. No hay, en cambio, ninguna que recoja el drama de las mujeres que son violadas allí mismo. La última ha sido una periodista holandesa, que según las fuentes médicas que le atendieron (hubo de ser operada) fue atacada por cinco sujetos.