Caroline Glick clama contra la resurrección de un proceso de paz en el que los palestinos jamás han creído.
A lo mejor en Occidente habría que preguntarse a qué actores del conflicto hay que presionar con boicots y sanciones.
Israel debe asumir que lo que buscan sus enemigos es su aniquilación.
Una vez más, se demuestra que, para muchos, la israelofobia es más importante que el bienestar de los palestinos.
Nadie ha hecho más que él en el último año para merecerlo.
Abás y Hamás pueden diferir en muchas cosas, pero les une el afán por acabar con Israel.
Los palestinos siguen empeñados en desperdiciar todas las oportunidades que se les presentan.
Se prevé que Trump visite Israel y la Autoridad Palestina los próximos días 22 y 23.
Mahmud Abás es un líder tremendamente débil que ni quiere ni puede llegar a acuerdos sustanciales con Israel.
No es momento de emprender iniciativas diplomáticas radicales.