El emirato «es lo contrario de Suiza: en lugar de no tomar partido, está en todos los bandos».
Por fin, la organización terrorista puede empezar a tener problemas en Iberoamérica.
Washington debe presionar a los países permisivos con los criminales.
Washington debería volcarse en el estrangulamiento financiero del Partido de Dios.
Organizaciones como Hezbolá ya tienen una notable presencia en la región.
El fiscal de la AMIA investigó a fondo las actividades de Teherán en el continente.
Todo vale contra el imperialismo yanqui, el sionismo y la derecha.
Su objetivo es construir una red de activistas capaz de cometer atentados y de colaborar con otros fines igualmente peligrosos.
La cuestión primordial no es saber quién es el Equipo A del terrorismo, sino: ¿tiene EEUU lo que hay que tener para ser el Equipo A de la lucha antiterorrista?