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Sally Rooney y el feo mundo de la israelofobia

 

La joven autora irlandesa, autora de superventas como Conversaciones entre amigos y Gente normal, se ha negado a que se traduzca al hebreo su más reciente novela, Dónde estás, mundo bello.

Sally Rooney - Cambridge 2017

(Foto: Chris Boland / www.chrisboland.com)

Cuando Modan, la editorial israelí que tradujo los dos primeros títulos al hebreo, se puso en contacto con su agente, Tracy Bohan (de la agencia Wylie), para hacerse con los derechos del tercero, esta le dijo que Rooney –considerada uno de los talentos más prometedores de la literatura anglo– había decidido sumarse a la campaña israelófoba que pretende convertir al Estado judío en un paria internacional mediante su marginación en todos los ámbitos y foros.

Gitit Levy-Paz, del Jewish People Policy Institute, ha lamentado la discriminatoria decisión de Rooney en los siguientes términos:

Rooney ha elegido un camino que es anatema para la esencia artística de la literatura, que puede servir como umbral a la comprensión de la distintas culturas, para visitar nuevos mundos y conectarnos con nuestra propia humanidad. La propia esencia de la literatura, su poder para llevar orden y coherencia al mundo, queda negada por la decisión de Rooney de excluir a un grupo de lectores por su identidad nacional.

Cuando Modan, la editorial israelí que tradujo los dos primeros títulos al hebreo, se puso en contacto con su agente, Tracy Bohan (de la agencia Wylie), para hacerse con los derechos del tercero, esta le dijo que Rooney –considerada uno de los talentos más prometedores de la literatura anglo– había decidido sumarse a la campaña israelófoba que pretende convertir al Estado judío en un paria internacional mediante su marginación en todos los ámbitos y foros.

Gitit Levy-Paz, del Jewish People Policy Institute, ha lamentado la discriminatoria decisión de Rooney en los siguientes términos:

Rooney ha elegido un camino que es anatema para la esencia artística de la literatura, que puede servir como umbral a la comprensión de la distintas culturas, para visitar nuevos mundos y conectarnos con nuestra propia humanidad. La propia esencia de la literatura, su poder para llevar orden y coherencia al mundo, queda negada por la decisión de Rooney de excluir a un grupo de lectores por su identidad nacional.