Mohamed Morsi (Al Sharquia, 1951-El Cairo, 2019) llegó a la Presidencia de Egipto en 2012, tras la victoria de su partido, Libertad y Justicia (islamista), en las elecciones de agosto de ese mismo año. En noviembre firmó un decreto por el que extendía los poderes presidenciales, lo que provocó una oleada de levantamientos populares en su contra.
El 3 de julio de 2013, y luego de un ultimátum del Ejército para que atendiera las peticiones de los millones de egipcios que habían tomado las calles en contra de su Gobierno, fue derrocado por medio de un golpe de Estado que contó con el visto bueno de gran parte de las instituciones políticas, culturales y religiosas del país.
El 17 de junio de 2019, mientras comparecía ante un tribunal por una de las cinco causas por las que lo habían encarcelado (acusado de conspiración para disparar a manifestantes, tortura, espionaje), sufrió un desvanecimiento y poco después falleció.