Un día después de la matanza perpetrada por terroristas talibanes en un colegio del Ejército (141 muertos, 132 de ellos niños), el primer ministro, Nawaz Sharif, ha decidido suspender la moratoria de la pena de muerte, que había sido adoptada por presiones de la comunidad internacional.
Sharif ha afirmado que su decisión tiene por objeto tratar de acabar con los criminales y los militantes de las organizaciones terroristas.
El secretario de Estado, John Kerry, ha afirmado que Washington no ha fijado aún su posición respecto al borrador de resolución que hoy discutirá el Consejo de Seguridad sobre el conflicto palestino-israelí.
La propuesta palestina que hoy será analizada reconoce el Estado palestino y fija un plazo de dos años para que Israel se retire de los territorios en disputa.
Netanyahu se reunió con Kerry el pasado lunes para pedirle garantías de que EEUU no apoyaría las decisiones unilaterales palestinas. Al día siguiente, el secretario de Estado se reunió con sus colegas europeos, así como con el jefe negociador palestino y el secretario general de la Liga Árabe.
El Consejo de Seguridad votará hoy una resolución por la que se extenderá la prestación transfronteriza de ayuda humanitaria a los sirios que están en las zonas controladas por los rebeldes.
Si bien Damasco es reacia a que se envíe ayuda a zonas que no están bajo su control, el Consejo afirma que ha decidido que se siga enviando hasta el 10 de enero de 2016.
Según los cálculos que maneja la ONU, más de 12,2 millones de sirios están en situación de necesidad urgente, de los cuales 7,6 millones son desplazados internos, 4,5 millones viven en zonas de difícil acceso y 212.000 están atrapados en zonas sitiadas.
Según han asegurado a Jerusalén las autoridades europeas, se trata de una cuestión burocrática relacionada con la necesidad de que los expedientes contra organizaciones terroristas se instruyan con informes de la propia Unión Europea y no de EEUU.
Solventado este trámite, Hamás volverá a estar incluida en la lista de organizaciones terroristas de la UE, afirman.
El ataque fue obra de dos terroristas que hicieron detonar sus vehículos cargados de explosivos junto a un puesto de control de la milicia huzi y la vivienda del líder de este grupo chií en la capital del país, Saná.
Los terroristas hicieron explotar sus vehículos al paso de un autobús escolar, provocando la muerte de 16 niños y heridas a otras 26 personas.
Cuatro terroristas han detonado una bomba en un banco de la provincia de Helmand (sur), y a continuación se han enzarzado en un tiroteo con las fuerzas de seguridad.
En el momento del atentado, la sucursal estaba llena de empleados públicos que hacían cola para cobrar sus salarios.