A diferencia de los israelíes, no sólo consentimos el terrorismo: lo jaleamos.
Cofundador del grupo LGTB de Likud, aspira a entrar en la próxima ‘Knéset’.
Crece la preocupación internacional por la deriva autoritaria de Erdogan.
Empleados de la UNRWA llamaron «mártires» a los autores de esa «maravillosa venganza».
He aquí una de las grandes asignaturas pendientes del Estado judío.
Se llama Mikie Goldstein, profesa el judaísmo conservador y tiene su sinagoga en Rehovot.
Lo de siempre en la extrema izquierda: prefieren las tiranías a la democracia israelí.
La integración de la comunidad homosexual ha hecho de este país uno de los más abiertos del Mediterráneo.
Deshumanizan a judíos y cristianos, promueven el asesinato de “desviados” como los gays y defienden la violencia contra los no wahabíes.
“Es un período oscuro, no hay duda”, ha declarado Walid Abu Aljair, heroico y respetado defensor de los derechos humanos.