La crisis del Golfo también –o acaso sobre todo– se libra en la capital de EEUU.
El ‘rais’ sigue volcado en la incitación al odio antiisraelí.
Qué distintas les irían las cosas a los palestinos si hubiese más Eids entre ellos.
Honestamente, no se me parte el corazón.
Hay mucho que hacer en la contención de Irán y la lucha contra el terrorismo yihadista.
Lejos de ser su semejante, Barguti es la némesis del líder sudafricano.
La idea de que Barguti sea capaz de desempeñar el papel que ejerció el sudafricano es, sencillamente, disparatada.
Ya basta de consentir que Asad se presente como el menor de los males.
En Al Fatah se está librando una feroz lucha de poder.
Sobre esta escombrera de odio y cleptómana incompetencia, ni siquiera puede sostenerse una Autoridad como la que preside el descalificable Abás.