El juicio contra Sawan Masih, al que un joven musulmán acusó de ofender a Mahoma el 7 de marzo del año pasado, ha tenido que celebrarse en el interior de la cárcel en que está preso por temor a que fuera atacado en su trayecto al juzgado.
Al día siguiente de la denuncia, una turba de musulmanes arrasó el vecindario de Masih, lo que provocó que cientos de familias cristianas abandonaran temporalmente sus hogares. Hasta la fecha nadie ha sido condenado por ese ataque masivo.
La legislación antiblasfema paquistaní precede incluso a la fundación del Estado, en 1947, y adquirió resonancia internacional en tiempos recientes a cuenta del caso Asia Bibi.