George Ketaneh, funcionario de la Cruz Roja local, ha informado de que la tremenda explosión que devastó ayer el puerto de Beirut ha provocado la muerte a al menos 100 personas y heridas a otras 4.000. Se teme que las cifras sean aún peores, pues, tal y como informa Associated Press, son decenas las personas desaparecidas.
La catástrofe ha tenido origen en un almacén que albergaba, sin el menor control, 2.750 toneladas de nitrato de amonio, incautadas en 2014 a un carguero moldavo al que se prohibió seguir navegando por su deplorable estado de seguridad. El nitrato de amonio se utiliza como fertilizante, pero también puede hacer las veces de explosivo.
Según AP, se trata de la más devastadora explosión que haya registrado la capital libanesa, con un pasado reciente signado por la destrucción, especialmente en tiempos de la larga guerra civil (1975-1990) que hizo que al País del Cedro se le dejara de llamar “la Suiza del Mediterráneo”.