Imaginario

Los comicios del pasado 23 de marzo no han despejado el panorama político en Israel, que sigue inmerso en una crisis de gobernabilidad que le ha llevado a la celebración de cuatro elecciones generales en los últimos dos años… y que podría conducirle a una más antes de que acabe 2021.

En esta tesitura, fuentes próximas al primer ministro han empezado a hablar de desatascar la situación nombrando a Netanyahu presidente de la nación. Así las cosas, se despejaría el camino para la conformación de una coalición de Gobierno con amplio respaldo parlamentario (73 diputados de los 120 con que cuenta la Knéset) e integrada por formaciones de centro (Azul y Blanco), religiosas (Shas, Judaísmo Unido de la Torá, Partido Religioso Sionista) y derechistas (Likud, Yamina y Nueva Esperanza). En la actualidad, ni Azul y Blanco ni Nueva Esperanza (escisión del Likud) quieren entrar en un Gobierno comandado por Netanyahu.

Tal y como informa el Jerusalem Post, la elección (por parte de la Knéset) del próximo presidente ha de celebrarse entre el 9 de abril y el 9 de junio. El mandato del actual jefe del Estado, Reuven Rivlin, concluye el próximo 9 de julio.