El jefe de las Fuerzas Armadas egipcias, general Abdul Fatah al Sisi, hizo ayer un llamamiento al pueblo egipcio para que este viernes muestre su apoyo al Ejército en su lucha contra las fuerzas islamistas partidarias del depuesto presidente Mohamed Morsi, a las que acusa de practicar la violencia y el terrorismo. Al Sisi hizo esta petición en el transcurso de una ceremonia de graduación militar.
En los disturbios de los últimos días en El Cairo por las protestas organizadas de los Hermanos Musulmanes han muerto al menos catorce personas y más de noventa han resultado heridas.
El líder de Hezbolá aseguró ayer que la decisión de la UE de incluir en la lista de organizaciones terroristas al brazo armado de la organización carece de efectos prácticos. En declaraciones al periódico libanés Daily Star, Hasán Nasralá ridiculizó los términos de la decisión europea afirmando que Hezbolá no tiene dinero en bancos ni inversiones que puedan verse afectadas por el bloqueo que lleva aparejado la decisión de los ministros de la UE.
Nasralá considera que para ser coherente, la Unión Europea tendría que haber incluido en la lista de organizaciones teroristas también al «brazo armado de Israel», en referencia a las IDF, las Fuerzas Armadas del país hebreo.
El secretario de Estado de Defensa, Chuck Hagel, informó telefónicamente al jefe del Ejército egipcio, general Al Sisi, de la decisión de su país de paralizar temporalmente la entrega prevista de cuatro aviones F-16 con destino a las fuerzas aéreas egipcias.
Un portavoz del Pentágono justificó esta decisión por la peculiar situación de inestabilidad que vive el país, si bien los acuerdos de colaboración entre EEUU y Egipto en materia militar se mantendrán vigentes.
El Comité Internacional de la Cruz Roja denunció ayer que el régimen de Al Asad impide llevar ayuda humanitaria a los habitantes de la ciudad de Homs, sitiada por tropas gubernamentales con frecuentes ataques aéreos y de artillería.
La Cruz Roja advirtió del riesgo inminente que esta prohibición tiene para las más de dos mil personas atrapadas en el cerco, cuyas necesidades de medicinas y alimentos son cada vez más acuciantes.