Imaginario

¿Conflicto a la vista? El 'puente de los infieles', al borde del colapso

 

Según ha informado el Canal 13 de la televisión israelí, el ingeniero Ofer Cohen ha remitido un escrito a la Western Wall Heritage Foundation, organización que vela por la conservación del Muro Occidental (o de los Lamentos), en la que alerta de que el puente de madera que deben utilizar los no musulmanes que pretenden acceder al Monte del Templo (la Explanada de las Mezquitas) se encuentra en un estado de “sequedad extrema” y presenta “numerosas fisuras longitudinales”, al punto de que la estructura ya no es segura y podría colapsar.

El puente de los infieles comunica la explanada donde se encuentra el Muro Occidental, único vestigio del recinto que albergaba el Templo de Jerusalén, el lugar más sagrado para los judíos, con la Puerta de los Marroquíes, Mugrabí o del Estiércol, próxima a la Explanada de las Mezquitas, considerada por muchos musulmanes el tercer lugar más sagrado de su credo y así llamada porque en ella –y donde antes estuvieron el Primer y el Segundo Templo judaicos– se alzan la Mezquita de Al Aqsa, el Domo de la Roca y la Cúpula de la Cadena.

Tras la victoria de Israel en la Guerra de los Seis Días y la consecuente reunificación de Jerusalén, el Estado judío decidió que los santos lugares musulmanes siguieran bajo el control del Waqf jordano, organismo religioso que, en un alarde de no reciprocidad, no reconoce al judaísmo vínculo alguno con el que de hecho es su lugar más sagrado. 

“Jordania y el liderazgo palestino no reconocen que el lugar también es sagrado para los judíos”, refiere el Times of Israel; así que “todo lo que sea considerado un cambio en el statu quo en o alrededor del complejo es altamente sensible y a menudo desencadena vivas reacciones jordanas”. Al punto de que en 2014 Jerusalén desmontó la rampa que estaba construyendo para sustituir a la actual tras ser insistentemente presionada por Amán.

Si Israel hiciera lo debido y procediera a una actuación urgente a fin de evitar una desgracia, ¿podría la Ciudad Santa ser de nuevo escenario de disturbios como los que condujeron a la guerra de Gaza del mes pasado?