Jóvenes libaneses han emprendido una batalla virtual contra el Estado Islámico en las redes sociales; así, cuelgan videos en los que se prende fuego a la bandera del EI y que agrupan bajo el hashtag #BurnISISFlagChallenge.
La campaña comenzó cuando tres jóvenes protagonizaron una quema de la bandera terrorista en una plaza Beirut, en protesta por la decapitación de un militar libanés por miembros del EI. Colgaron el vídeo y urgieron a sus espectadores a hacer lo propio.
Dada la situación explosiva que se vive en Irak y Siria, y la trágica situación en que se encuentran sus correligionarios en esos países, y el riesgo de que se desencadene un conflicto regional a gran escala, los cristianos libaneses se están rearmando por primera vez desde el final de la guerra civil, en 1990.
Durante tres años, Ankara ha permitido que yihadistas procedentes de todo el mundo accedieran a Siria a través de sus fronteras para luchar contra el otrora aliado del presidente Erdogan, el dictador baazista Basar al Asad.
Pero el Estado Islámico se ha tornado una amenaza también para el Ejecutivo turco, que niega haber colaborado jamás con la organización terrorista que se ha hecho con el control de amplias zonas de Turquía e Irak.
Adeba Shaker pasó un mes en manos de los criminales. La joven, de 14 años, ha relatado que fue presentada como un regalo para los combatientes de primera línea, que pretendían convertirla al islam y que llegó a contraer matrimonio con uno de ellos.
Un tribunal le ha considerado culpable de participar en el ataque contra la comisaría de policía de Sitra perpetrado en abril de 2012 y condenado a 10 años de reclusión.
Humeidán, de 25 años, siempre se ha declarado inocente.