Revista de Prensa

Basem Yusef, por la libertad de expresión

 

"La Administración Obama quiere así salir al paso de las críticas de los republicanos, que la acusan de haber mentido sobre los responsables del atentado por intereses electorales"

El célebre cómico egipcio, que está teniendo graves problemas en su país por sus críticas a los islamistas, aseguró ayer en Dubái que es «la audiencia, no los gobernantes, quien debe marcar los límites de la sátira política».

Yusef denunció las frecuentes visitas que recibe de miembros de la Fiscalía para revisar los guiones de su programa y formularle preguntas sobre algunas frases que consideran polémicas.

El Consejo Judicial Supremo decidió ayer no acudir a la conferencia convocada por el jefe del Estado para debatir sobre su proyecto de ley de reforma judicial, uno de cuyos aspectos más polémicos es el adelanto de 70 a 60 años de la edad de jubilación de los jueces, lo que supondría el retiro inmediato de la cuarta parte de los 13.000 togados del país.

El máximo órgano judicial egipcio afirma haber adoptado tal decisión para preservar su «independencia».

En la votación, que salió adelante con 107 votos a favor, 12 en contra y 59 abstenciones, se denuncia la violencia del régimen y la amenaza de Damasco de recurrir a armamento químico.

El embajador sirio ante la ONU, Bashar Jafari, afirmó que esta nueva resolución de la Asamblea General «legitima a los grupos terroristas».

La conmemoración de la Nakba (catástrofe), con la que los palestinos lamentan la creación del Estado de Israel, acabó con el arresto de 16 individuos en la Margen Occidental por sus ataques a las fuerzas de seguridad israelíes, que tuvieron que repeler la agresión lanzando pelotas de goma.

Los atentados se produjeron en Bagdad, Kirkuk y Tarmiya. En la capital, las bombas hicieron explosión en barrios de mayoría chiita y dejaron al menos 14 muertos y 47 heridos. En Kirkuk, con mayoría de kurdos y turcos, se registraron dos explosiones, mientras que en Tarmiya, al norte Bagdad, un terrorista suicida a bordo de una motocicleta se lanzó contra un puesto policial, asesinando a un agente e hiriendo a otras cuatro peronas.

La Administración Obama quiere así salir al paso de las críticas de los republicanos, que la acusan de haber mentido sobre los responsables del atentado por intereses electorales.

En el ataque, perpetrado el 11 de septiembre del año pasado, fallecieron el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, y otros tres ciudadanos norteamericanos. En un primer momento, Washington apuntó a una revuelta espontánea de musulmanes enfurecidos por un vídeo de factura norteamericana crítico con el islam, cuando lo cierto es que fue un atentado islamista planeado con antelación.