El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) se ha impuesto en las elecciones municipales celebradas este domingo en Turquía, al hacerse con 20 millones de votos, el 44,5% de los depositados en las urnas. Si se suman los conseguidos por el MHP (Partido de Acción Nacionalista), la Alianza del Pueblo ha obtenido 23,4 millones de votos, el 52% de los emitidos.
Anoche, el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, destacó que el AKP había ganado unas elecciones por 15º vez consecutiva; pero su discurso no fue ni mucho menos triunfalista: “Mañana por la mañana empezaremos a buscar y corregir nuestros fallos”, afirmó.
Y es que los resultados no han sido ni mucho menos los queridos por el controvertido autócrata. De hecho, la principal formación opositora, el kemalista Partido Republicano del Pueblo (CHP), ha dado la campanada conquistando la alcaldía de la capital, Ankara, donde ha obtenido el 51% de los votos. Y está por ver qué sucede en la mayor ciudad del país, Estambul, donde, con el 99% del voto escrutado, las diferencias entre el candidato del AKP, el ex primer ministro Binali Yildirim, y el del CHP, Ekrem Imamoglu, son ínfimas, de apenas 4.000 votos: 4.111.254 vs. 4.107.313.
En el cómputo general, la opositora Alianza de la Nación (CHP + Partido del Bien) ha obtenido 17 millones de votos, el 37,5% del total.
Por lo que hace al prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), ha obtenido previsibles victorias en el Kurdistán y obtenido 2 millones de votos en el cómputo general (4%).