Israel tiene derecho a preferir prevenir la muerte de sus propios civiles que la de los civiles del enemigo.
Son un «dique de contención para impedir el colapso de la realidad árabe».
Según el Pentágono, los terroristas usan a la población civil para protegerse de los ataques aéreos estadounidenses.
Simpatizantes de Hamás jalean al «pueblo fuerte» que sube a las azoteas de los objetivos militares israelíes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, denuncia las condiciones «inaceptables e insoportables» en que viven los civiles sirios.
La estrategia de Hamás: disparar desde las zonas más pobladas de la Franja para refugiarse en medio de los civiles, sus escudos humanos.
La política de las FDI por evitar bajas entre la población no combatiente de Gaza choca con el uso que hace Hamás de su población como escudos humanos.
El empleo de escudos humanos es una estrategia infalible para los tiranos y una trampa sin salida para las democracias.
Irán y sus terroristas palestinos están más decididos que nunca a borrar a Israel (y a EEUU) del mapa.
Esta gente huye porque ya no puede tolerar la vida bajo el movimiento islamista Hamás. No por culpa de Israel.