El régimen iraní ha demostrado ser una despiadada fuerza terrorista que sabe cómo exprimir a EEUU.
34 años después cabe preguntarse si la toma de la embajada de Teherán fue inevitable y si Estados Unidos podría volver a sufrir una crisis semejante.
El antiamericanismo es más fuerte en Turquía que en Venezuela, el Líbano, Túnez, Indonesia e incluso Rusia.
Fatah y Hamás son una auténtica maldición para Palestina.
No pueden permitirse estar en el bando perdedor de la sangrienta guerra civil siria.
«No sólo nos ha hecho menos seguros sino que nos ha deshonrado, y esto no se puede olvidar ni perdonar», claman en la ‘National Review’.
La nueva víctima del régimen de Teherán es un universitario de origen chino llamado Xiyue Wang.
Occidente ha dado la espalda a sus aliados, para regocijo de Irán y sus secuaces.
El 16 de enero de 2016, fecha de la entrada en vigor del acuerdo nuclear, pasará a los anales de la historia del apaciguamiento.
EEUU debe ponerse de lado de los saudíes en esta guerra.