Qué llamativo es lo que se dice y lo que se calla en este asunto.
La mejor manera de sabotear la paz es apuntarse al BDS.
Los medios de comunicación dejaron hace tiempo de informar para presentarnos una hiperrealidad sin grises ni contexto.
Hay razones para el optimismo.
Ninguno de sus integrantes está a la altura moral del desafío.
No ha hecho más que arremeter contra Israel y hacer la vista gorda ante los desmanes palestinos.
Es hora de dejarla al margen, dada su probada inutilidad.
El presidente norteamericano se reunirá con Netanyahu el próximo lunes.
Sólo la respuesta enérgica de Israel puede mantener la estabilidad que vale la pena y derribar el ‘statu quo’ que fomenta el asesinato de inocentes.
El conflicto palestino-israelí cada vez tiene menos influencia en la región.