Los medios de comunicación occidentales, las Naciones Unidas y la mayoría de los políticos ignoran este abuso generalizado de menores.
Un año más, miles de niños reciben formación terroristas en los campamentos de verano del grupo islamista.
Son ya muchas décadas las que llevan los niños palestinos siendo víctimas de la incitación al odio.
Si no lo hace, corre el riesgo de acabar en el basurero de la historia junto a otros movimientos fanáticos.
La campaña de demonización del Estado judío tiene consecuencias funestas para Palestina.
La utilización de menores en la lucha contra Israel, una estrategia trágicamente efectiva para los grupos islamistas palestinos.
El Gobierno de consenso nacional palestino tendrá ahora que decidir si toma el camino de la paz con Israel o el de la guerra.
Para Hamás, los niños palestinos no deben ser educados en los derechos humanos y la no violencia, por ser algo contrario a su tradición y valores.
Hamás empleará cualquier método para propagar su mensaje de odio entre los niños palestinos. Incluso a Mickey Mouse.
14 años después del 11-S, Estados Unidos está a punto de firmar un acuerdo con el país que ayudó a organizar y cometer los atentados.