Netanyahu podría tener un heredero con tirón electoral… al que están tratando de socavar buena parte de sus correligionarios.
El tercero más numeroso y el que más mujeres alberga en su seno.
Aunque algunos quizá no estén dispuestos a admitirlo, nadie es indispensable, ni siquiera Netanyahu.
Bibi no cae tanto por las acciones de unos rivales malévolos o por factores externos como por sus propios defectos.
Israel no se puede dar el lujo de hacer experimentos políticos bizarros.
La salida del Gobierno de ‘Bibi’ podría dar lugar a una coalición con amplia mayoría parlamentaria.
Netanyahu, muy lejos de la mayoría necesaria para gobernar.
Bibi, ante una misión difícil pero no imposible.
Diga usted lo que quiera sobre el líder del Likud; pero lo de que es un extremista no es cierto, así de simple.
Los israelíes están casi tan hartos de votar como de los cohetes terroristas.