Los criminales han demolido también la histórica mezquita Al Arbain, en el centro de la ciudad.
Tras la ofensiva terrorista en Mosul, la siguiente ciudad en caer en manos de los yihadistas es Tikrit.
Los suníes tienen razones de sobra para temer ser víctimas de una vasta operación de limpieza étnica.
El ‘califato’ terrorista va a tratar de hacerse fuerte en el Triángulo Suní.
Llevará tiempo, pero el Estado Islámico perderá Mosul como perdió Tikrit y Faluya.
Sería un tremendo error dar por muerta a la formidable organización terrorista.
La organización del ‘califa’ Bagdadi perderá sus feudos sirios e iraquíes, pero seguirá viva.
Quizá la toma de Mosul sea la cuestión más urgente, pero ni mucho menos la única.
Perpetrada por el Estado Islámico en 2014, murieron 1.700 reclutas de la Fuerza Aérea Iraquí.
La decisión se produce despúes del asalto a su embajada en Teherán.