EEUU y el resto de los países occidentales deberían tomarse muy en serio esta campaña de odio.
Mike Pence asegurá que Irán «jamás» tendrá armas atómicas.
«No sólo nos ha hecho menos seguros sino que nos ha deshonrado, y esto no se puede olvidar ni perdonar», claman en la ‘National Review’.
En el mundo musulmán, los estadounidenses no tienen amigos mejores.
Calma extremadamente frágil entre Washington y Ankara.
Irán no necesita nuestro apaciguamiento, sino una nueva revolución.
«Turquía está fuera de control».
Esas comunidades ancestrales están sufriendo un «genocidio a cámara lenta».
A partir de ahora, los líderes mundiales se tomarán más en serio a Trump.
Todo esto es novedoso para los argentinos acostumbrados a doce años de kirchnerismo.