Israel no necesita la ‘ayuda’ del FBI ni del Departamento de ‘Justicia’ estadounidense, ni de la Casa Blanca.
El pasado viernes el aeropuerto internacional de Damasco fue objeto de un bombardeo que dañó severamente sus instalaciones y hasta obligó a interrumpir el tráfico aéreo.
¿Cómo se puede jalear a un pueblo que jalea los asesinatos y odiar a otro que los detesta?
«Pedimos a todos los israelíes expatriados que sean extremadamente cautelosos».
Los medios ‘de referencia’, de nuevo en evidencia.
Los planes para llevar la paz a israelíes y palestinos han sido múltiples, pero ninguno ha tenido éxito.
Gaza podría volver a saltar por los aires.
Es poco probable que la brecha entre Israel y la Diáspora mengüe el 17 de septiembre, gane quien gane las elecciones israelíes.
Lamentablemente, muchos israelíes –sedicentemente progresistas– no ponen el menor interés en la realidad observable.
Avigdor Lieberman pretende presentarse como el político que por fin meterá en cintura a los haredíes.