«Estamos haciendo algo normal: reconocer su capital».
La alerta se produjo en el verano del crucial año 1989.
Jerusalén, de nuevo objeto de doble rasero.
El país sudamericano no lo quiere como embajador de Israel.
Intercambia armas por protección con el Comando Primeiro da Capital.
La red iraní de Hezbolá en América Latina parece dispuesta a golpear los intereses democráticos en todo el Hemisferio.
Los medios ‘de referencia’, de nuevo en evidencia.
Washington debería tomarse muy en serio el refuerzo de las relaciones Teherán-Caracas.
La muerte del capo terrorista iraní no hubiera entristecido al fiscal argentino.
Hay que redoblar los esfuerzos regionales para expulsar a Irán y sus peones de América Latina.