La complacencia con los terroristas genera más terrorismo y más privaciones para los gazatíes.
“El mayor triunfo en política exterior de Biden” remite ineludiblemente a su “mayor calamidad” en la arena internacional: la vergonzosa retirada de Afganistán.
Aymán al Zawahiri llevaba al frente de la organización terrorista desde la muerte de su fundador, Osama ben Laden.
La cúpula de Al Qaeda saludó la vuelta al poder del Talibán como una «victoria histórica».
«Damos las gracias a Alá por quebrar el espinazo a América».
La República Islámica es rival, no enemiga, de la red terrorista creada por Ben Laden.
Trump se juega en Afganistán mucho más de lo que podría pensarse.
En el conflicto multidimensional que estamos viviendo, la propaganda es un arma de tremenda importancia estratégica.
Cuando el ‘califato’ del Estado Islámico termine de colapsar, Al Qaeda seguirá ahí, advierten los expertos.
Occidente haría bien en (volver a) prestar toda la atención a la red terrorista fundada por Ben Laden.