Irán y sus terroristas palestinos están más decididos que nunca a borrar a Israel (y a EEUU) del mapa.
Israel tiene derecho a preferir prevenir la muerte de sus propios civiles que la de los civiles del enemigo.
Israel no tiene sólo que reponerse de esta nueva agresión. Tiene que despertar y volver a reconocer la realidad hostil en la que se encuentra.
«Por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y por su promoción de los derechos humanos y la libertad para todos».
Pese a sus errores, merece pleno reconocimiento por gestionar hábilmente la relación con una Administración Nixon ambivalente respecto a Israel.
¿Comenzarán a amar a sus hijos más de lo que odian a los israelíes?
Estamos ante un ataque directo contra la imagen de Israel y ante exactamente lo que trata de hacer la izquierda interseccional.
El antisemita sofisticado emplea trazos de la realidad para desfigurar el dibujo.
Esta gente huye porque ya no puede tolerar la vida bajo el movimiento islamista Hamás. No por culpa de Israel.
Se sigue derramando sangre judía como consecuencia de los errores cometidos por los arquitectos de Oslo.