En un encuentro con legisladores iraníes, el ministro de Asuntos Exteriores de la República Islámico habría asegurado que Teherán podría producir una bomba atómica, pero que se abstendrá de hacerlo debido mandatos islámicos que lo prohibirían.
Zarif regresó a Teherán tras una semana de intensas conversaciones con los poderes mundiales, y se comprometió a publicar las actas del acuerdo marco con el fin de poner en evidencia las «mentiras estadounidenses«.
El presidente turco y su homólogo iraní acordaron impulsar el comercio entre ambos países y firmaron una serie de acuerdos; sin embargo, evitaron abordar directamente sus diferencias sobre el conflicto yemení.
Las relaciones entre Ankara y Teherán eran ya tensas por los desacuerdos sobre Siria, y con el estallido de la guerra en Yemen se han tensado aún más. De hecho, Erdogan llegó a acusar a Ruhaní de querer dominar la región.
El ataque ha tenido lugar en la provincia de Sistán-Beluchistán, en el sureste del país, una zona de mayoría suní con fuerte presencia de narcotraficantes y grupos separatistas. Según el vicegobernador de la provincia, los asesinatos han sido obra de terroristas armados procedentes de territorio paquistaní.
El ministro israelí de Asuntos Estratégicos ha dicho que las palabras del presidente estadounidense sobre el acuerdo con Irán son para regalar los oídos y «no para ayudar y respaldar a Israel, si Irán adquiere armas nucleares».
Steinitz ha presentado una lista de propuestas destinadas a mejorar las condiciones del acuerdo de las potencias mundiales con Irán antes de su firma definitiva, prevista para el 30 de junio.
El ataque ha tenido lugar esta mañana en Cisjordania, cerca de la comunidad israelí de Maale Levona y de la localidad palestina de Sinyil. Una de las víctimas está en situación grave, mientras que la otra se recupera de heridas de menor entidad. El terrorista ha sido abatido.
Según ha explicado el vicesecretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, la Casa Blanca ha acelerado los envíos de armas a las fuerzas saudíes y ha reforzado el intercambio de información de Inteligencia, de cara a los combates de la coalición de países árabes suníes contra la milicia chií yemení apoyada por Irán.
“Arabia Saudí está enviando un fuerte mensaje a los huzis y su aliados: no pueden invadir Yemen por la fuerza”, ha afirmado Blinken.