Contextos

Un sueño del sionismo, hecho realidad

Por Evelyn Gordon 

Tel-Aviv-Yafo-Israel
"En un año en el que la inmigración al país alcanzó el máximo de los últimos diez años, por primera vez la mayoría de los inmigrantes procedía de Occidente. En otras palabras: es la primera vez que los inmigrantes han venido no porque no tuvieran más remedio, sino porque deseaban hacerlo""Se ve a más niños en Israel que en Europa. De hecho, es el único país occidental en el que la tasa de natalidad supera a la de reemplazo"

En muchos aspectos, el año recién concluido fue uno difícil para Israel: una guerra en Gaza, terrorismo en Jerusalén, creciente oprobio internacional, ralentización de la economía. Puede que eso explique por qué se ha prestado tan poca atención al hecho de que el año pasado supuso el logro, por primera vez en la historia israelí, de uno de los objetivos más antiguos del sionismo: en un año en el que la inmigración al país alcanzó el máximo de los últimos diez años, por primera vez la mayoría de los inmigrantes procedía de Occidente. En otras palabras: es la primera vez que los inmigrantes han venido no porque no tuvieran más remedio, sino porque deseaban hacerlo.

Desde luego, el creciente antisemitismo en Europa ha contribuido al aumento de la emigración. Los judíos procedentes de Francia, donde el antisemitismo se ha vuelto más violento, constituyen una cuarta parte de los 26.500 inmigrantes. Pero hay otro factor, como demuestran los comentarios, idénticos y en absoluto solicitados, que me hicieron de forma independiente ciudadanos de dos países europeos distintos durante la conferencia de Limmud UK de la semana pasada: decían que se siente que Europa está muerta; en cambio, se siente que Israel está vivo.

Y hay que señalar que ninguno de mis interlocutores procedía de alguno de los casos perdidos desde el punto de vista económico de Europa; eran de Gran Bretaña y de los Países Bajos, dos de las economías más fuertes del continente.

De hecho, como ha señalado Nathan Sharansky, presidente de la Agencia Judía, hasta hace bien poco hasta los judíos franceses que querían marcharse de Europa preferían irse a Montreal. Hoy en día, hasta un 70% de ellos elige a Israel, y es probable que ese porcentaje siga aumentando. Hace un año, la Agencia Judía organizaba en Francia un seminario de información sobre la inmigración al mes, comenta Sharansky; ahora organiza dos al día.

No sé si el boom de la construcción en Tel Aviv supera realmente a la edificación en las ciudades europeas, o si es verdad que los israelíes sonríen más que los europeos; mis interlocutores mencionaron que ambos factores contribuían a sus impresiones acerca de la vitalidad de Israel. Pero una de las cosas que dijeron seguro que es correcta: se ve a más niños en Israel que en Europa. De hecho, es el único país occidental en el que la tasa de natalidad supera a la de reemplazo.

Y, en ese sentido, su percepción es literalmente cierta: la población europea, envejecida y a la baja, condena al continente a caer lentamente en el olvido, mientras que la relativamente alta tasa de natalidad israelí (3,05 niños por mujer) supone que el país está rejuveneciendo constantemente. El mismo hecho de que los israelíes, a diferencia de los europeos, aún estén trayendo hijos al mundo es una señal de que aún creen que Israel tiene futuro.

Y está claro que muchos judíos de la Diáspora también lo creen, porque nadie, por mucho que deseara dejar Europa, elegiría a Israel antes que a otra nación occidental si no lo considerara un país atractivo y con un futuro brillante.

Sharansky ha dicho:

Por primera vez, tenemos un hecho claro. Hay un éxodo masivo de una comunidad del mundo libre que tiene todas las puertas abiertas, y están eligiendo a Israel.

Es un sueño sionista hecho realidad, y un maravilloso comienzo para el 2015.

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