El exdiputado turco Aykan Erdemir se felicita por las negociaciones entre Ankara y Jerusalén para recomponer los lazos diplomáticos y comerciales. Sin embargo, advierte de que los dirigentes turcos deben abandonar su retórica antisemita.
El Gobierno turco (…) sigue dando frecuentes recordatorios de su hipocresía hacia los judíos e Israel. Tras los atentados suicidas del mes pasado en Estambul, un miembro de la rama femenina del AKP [el Partido Justicia y Desarrollo del presidente Erdogan] en la ciudad tuiteó su deseo de que los turistas israelíes heridos murieran. Pocas semanas antes, un jefe de asesores del presidente apareció en un medio progubernamental cargando contra rivales políticos llamándolos “soldados de los judíos”. La primera ha dejado su cargo, pero el consejero sigue aún en el suyo.
(…)
El acercamiento turco-israelí es importante para la estabilidad regional. Ahora bien, una relación duradera no puede construirse sobre la hipocresía y el silencio. La sociedad turca necesita reconocer y enfrentarse al omnipresente antisemitismo y al sentimiento antiisraelí que se ha apoderado de amplios segmentos de la población, debido en gran parte a la influencia del AKP. Un futuro construido sobre el diálogo debe empezar con una genuina conversación sobre los errores del pasado, pero también sobre los riesgos políticos que nos han llevado a este peligroso presente.
Bajo este título, Daniel Gordis denuncia en The New York Times el antisemitismo rampante de entidades como la ONU y advierte de que la consideración de Israel como Estado judío es imprescindible para garantizar la seguridad del pueblo israelí.
En 2016, 70 años después del final del Holocausto, el mundo ha cambiado mucho menos de que lo que desearíamos. Israel es el único país en el mundo que garantiza legalmente a los judíos su derecho tanto al refugio como a la ciudadanía.
El desequilibrio y la inexorabilidad de la crítica a la que se somete a Israel (y de la que el liderazgo y la política palestina están exentos en gran medida) es alimentado por un rechazo fundamental a la idea de un Estado judío. Dado que el Estado de Israel fue creado en primer lugar, y por encima de todo, para garantizar la seguridad y la prosperidad del pueblo judío, ese rechazo constituye un asalto a la seguridad del pueblo judío. En consecuencia, es, por definición, la nueva forma del virus centenario llamado antisemitismo. Es ilegítimo. Es inmoral. Y tiene que ser frenado.
Bruce Riedel entiende los últimos gestos de acercamiento entre los dos países como un gesto de advertencia de Arabia Saudí a Pakistán por la negativa de Islamabad a implicarse en la guerra del Yemen.
El rey Salman dio al primer ministro indio, Narendra Modi, una muy cálida bienvenida la pasada semana, en un gesto público de acercamiento (…) saudí a Nueva Delhi y de alejamiento de su tradicional aliado, Pakistán. Los intereses económicos motivan en parte este acercamiento, pero también el enfado saudí por el rechazo de Pakistán a apoyar su aventura militar en el Yemen.
(…)
Pakistán seguirá siendo un aliado clave para Arabia Saudí. El reino ha invertido durante décadas miles de millones en apoyar a Pakistán. Las relaciones militares entre los dos siguen siendo sólidas, a pesar de las diferencias respecto al Yemen. Lazos religiosos e históricos unen a los dos países islámicos. [El primer ministro de Pakistán, Nawaf] Sharif sabe que Riad querrá evitar que se dañen los lazos con Islamabad. Pero Salman también está advirtiendo a Pakistán de que el reino tiene otros pretendientes.