Contextos

Siria, una provincia de Irán

Por Yehad Saleh 

Bandera de Siria con una mano teñida de rojo estampada.
"Irán considera que Siria es una de sus provincias estratégicas, lo mismo que Irak, el Líbano y el Yemen""Los dirigentes iraníes se han beneficiado de la crisis siria, pero parecen dispuestos a abandonar a Asad y a contraer un matrimonio de conveniencia con Estados Unidos"

En los últimos cuatro años, los sirios han visto cómo Irán expandía su presencia en su país. Llegados a este punto, las decisiones políticas y militares, así como la estrategia adoptada por el régimen de Bashar al Asad, dependen de los iraníes.

El mes pasado, el periódico libanés Al Nahar publicó un artículo, firmado por Ahmad Ayash, en el que se revelaba que el régimen de Asad había enviado a Irán al experto en Economía Abdulá al Dardari para conseguir un préstamo de 6.000 millones de dólares. Regresó a Siria habiendo logrado asegurar tan sólo 1.000 millones, y con una carta en la que se anunciaba que Irán ya no era capaz de financiar al régimen (que le debe más de 20.000 millones) y que exigía que se le garantizara el pago de la deuda a cambio de seguir proporcionando fondos. Según el artículo, el régimen sirio le habría ofrecido a Irán toda la zona de Sayida Zainab (varios miles de hectáreas en torno a Damasco), además de diversos activos inmobiliarios en la capital y en varias provincias.

Éste no es más que un aspecto de la implicación iraní en Siria. Los iraníes además provocan conflictos sectarios con las comunidades minoritarias. Según varias informaciones sin confirmar, una nueva unidad militar se habría establecido recientemente en la localidad de Al Suwayda, de mayoría drusa. La unidad se llama Labayka ya Salman (“A tu servicio, Salman”) en honor de Salman el Persa, un compañero de Mahoma muy apreciado por los drusos. Varias fuentes de la localidad señalan que una semana después de establecerse en ella la unidad, estallaron violentos enfrentamientos entre el Frente Al Nusra y las Fuerzas Nacionales de Defensa, leales al régimen.

En realidad, Asad no es quien gobierna actualmente Siria, sino los iraníes, cuya penetración en el país, su hegemonía sobre las decisiones políticas y de seguridad, su envío de de milicias chiíes iraquíes y de Hezbolá para combatir a la oposición armada y su control sobre el futuro y la supervivencia del régimen no se deben a ningún deseo de proteger a Asad; en realidad, Irán considera que Siria es una de sus provincias estratégicas, lo mismo que Irak, el Líbano y el Yemen.

Geopolíticamente, Siria tiene importancia para Teherán por diversas razones. En primer lugar, limita con Israel y supone una amenaza para él. En segundo lugar, sirve de vía político-militar para que los generales iraníes y los miembros de la Guardia Revolucionaria siembren el caos en el Líbano mediante Hezbolá. Y en tercer lugar, sirve para controlar y, potencialmente, debilitar a Turquía, con la que comparte una extensa frontera, mediante los alauitas turcos que se oponen al presidente Recep Tayyip Erdogan y respaldan al régimen de Asad. Según algunas informaciones de los medios de comunicación, Irán incluso habría establecido una base militar en la región de Jabal al Akrad para vigilar Turquía y a sus tropas.

Los dirigentes iraníes se han beneficiado de la crisis siria, pero parecen dispuestos a abandonar a Asad y a contraer un matrimonio de conveniencia con Estados Unidos. Teherán es consciente de que Asad es un incompetente y probablemente sabe que cualquier solución política a la guerra civil pasaría por su expulsión. Irán se ha servido del conflicto para comunicarse y forjar una asociación con Estados Unidos que los beneficie a ambos. Como consecuencia de ello, por desgracia, Washington sigue guardando silencia ante las aspiraciones hegemónicas de la República Islámica.

© Versión original (inglés): Fikra Forum
© Versión en español: elmed.io