El exmandatario está acusado de haber ayudado a la organización islamista Hamás a protagonizar una macrofuga de presos en 2011, poco antes del derrocamiento de Hosni Mubarak.
Entre tanto, los partidarios de Morsi siguen exigiendo su liberación en numerosas manifestaciones y acampadas.
Sólo permanece clausurada la embajada del Yemen, donde las fuerzas de seguridad estadounidenses consideran que el riesgo de atentado persiste.
Se trata de la oficina comercial y el centro cultural de Beirut. El embajador turco en el Líbano, Inan Ozyildiz, ha señalado que es una medida transitoria que se adoptó después de que la semana pasada fueran secuestrados dos pilotos turcos en la capital libanesa.
El líder del grupo terrorista en la Península Arabiga, Naser al Wahishi, ha difundido un comunicado en varias webs islamistas en el que anuncia que va a liberar a sus compañeros presos en todo el mundo.
El mensaje está dirigido a «los prisioneros en las cárceles de los opresores», y se publica días después de que se revelara que Estados Unidos habría interceptado una conversación entre Al Wahishi y el líder máximo de Al Qaeda, Aymán al Zawahiri, en la que habrían hablado de un posible atentado contra EE.UU.
El partido del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, acusa a la organización terrorista islamista de estar acometiendo en la Franja de Gaza, donde detenta el poder, una vasta campaña de detenciones contra sus líderes y partidarios.
La persecución, según Al Fatah, comenzó el pasado jueves, con una redada en la vivienda de Fatah Abed al Aziz al Maqadma.