Se llama Amina al Yefery, tiene 21 años y denuncia que su progenitor, de nombre Mohamed al Yefery, la tiene enclaustrada en su casa de Arabia Saudí por haber “besado a un chico”.
Según informa la BBC, Yefery tiene doble nacionalidad británico-saudí, y ha solicitado a la Corte de Londres que acuda en su ayuda.