La promoción de la democracia se dio de bruces con la dura realidad de Oriente Medio.
Por mucho que quiera, Trump no va a poder echarlo abajo.
Los ayatolás siguen donde estaban: tratando de hacerse con armamento atómico y desestabilizando la región.
El califato terrorista obtiene 25 millones de dólares anuales por medio de esta ominosa extorsión.
Futuros historiadores podrán escribir que el 14 de julio de 2015 fue el día que el dominio norteamericano en Oriente Medio fue sustituido por el iraní.
Lo peor es que los ayatolás no han tenido que dar nada a cambio.
Históricamente, el país ha necesitado de grandes tragedias para corregir su endeble medio político.
Túnez es hoy un país tristemente homologable a los de su entorno en el que el islamismo se impone a pasos agigantados.
El islamista afirma que es algo que «necesita» la región.
Pese a la buena voluntad de la Administración Obama, el acuerdo con Irán es tremendo.