Mientras criminales así sean tratados como héroes, la paz y la convivencia en Oriente Medio serán imposibles.
Este criminal era y es venerado por numerosos odiadores de Israel.
Nasrala promete vengar al célebre terrorista.
El Ejército Libre Sirio se atribuye la muerte del célebre criminal.
Israel lanza un ataque en el Golán para eliminar al célebre terrorista.
Jerusalén tiene que hacer con Samir Kuntar lo que acaba de hacer con Yihad Mugniyeh.
Este terrorista libanés es la encarnación del Mal en Israel. Por eso lo jalean en Damasco, en Teherán, en Ramala.
El País del Cedro no tiene la menor justificación para semejante animadversión.
A Teherán le sale a cuenta secuestrar norteamericanos: acabamos recompensándole por ello.
El Consejo de Seguridad recuerda a Teherán su deber de garantizar la seguridad de las legaciones diplomáticas.