El terrorismo islamista está en guerra y va a seguir estándolo.
Un cuarto de siglo después del edicto de Jomeini, la libertad de los occidentales para debatir libremente sobre el islam se ha visto disminuida.
La República Islámica no puede reformarse. Irán sólo tendrá un futuro brillante cuando el régimen islamista haya desaparecido para siempre.
¿Se puede criticar al exdirigente sandinista sin que ello sea leído como un apoyo a Daniel Ortega?
Irán no necesita nuestro apaciguamiento, sino una nueva revolución.
El terrorismo islamista que padece Israel no difiere del que padece el resto del mundo.
Los islamistas están consiguiendo su objetivo de acabar con nuestras libertades.
Después de islamizar Turquía, el tiránico Erdogan pretende hacer lo mismo con el resto de Europa.
La alerta se produjo en el verano del crucial año 1989.
Los musulmanes reformistas pueden seguir llamándose musulmanes, pero nunca podrá haber un ‘Corán 2.0′.