Las vallas de Israel son una cuestión de vida o muerte, no un referéndum sobre el político que menos te gusta.
Los medios de comunicación no están prestando la debida atención a una declaración de profundo calado.
No, no lo está levantando Israel.
Cuando la motivación del ilegal es económica, no hay barrera que le frene.
Puede que tanto Estados Unidos como Israel necesiten vallas, pero los fines y motivos de esas iniciativas son muy distintos.
Alcance de la habilitación de una zona mixta de oración en el ‘Kótel’.
El colapso del comunismo fue posible gracias a la claridad moral y la contundencia de Ronald Reagan, de las que Obama carece frente a Irán.
Ciertas congregaciones cristianas “progresistas” prefieren demonizar a Israel a defender a sus correligionarios perseguidos.
Hablar de ‘judaizar’ Jerusalén es adoptar el lenguaje del antisionismo, no el de la paz.
El exmilitar acabará soliviantando a los odiadores de Netanyahu, no les quepa duda.