Incardinó sus decisiones en el contexto de la historia judía, no de los ciclos electorales, algo que los políticos israelíes actuales no deberían olvidar.
La revolución de ‘los de abajo’ que transformó Israel.
El Estado de Israel no puede entenderse sin su figura y las decisiones históricas que tomó.
El artífice de los Acuerdos de Oslo merece ser recordado con ecuanimidad.
No es fácil ser primer ministro en el Estado de los judíos: en esto, seguro ambos que estarían de acuerdo.
«Los asentamientos no son un obstáculo sino un puente hacia la paz económica y social».
Ha llegado la hora de reconocer que ha sido un fracaso y extraer las lecciones oportunas, a fin de no repetir los mismos errores.
El partido de Rabín y Peres ha sucumbido ante el fracaso de su proyecto estrella: los Acuerdos de Oslo.
La simpática escultura de Ben Gurión en Tel Aviv puede tener un trasfondo más oscuro.
Moshé Arens, o la reivindicación del papel del sionismo de derechas en la lucha contra el nazismo.