Quieren la paz no ‘con’ sino ‘sin’ Israel.
Hamás, que dice amar tanto a Jerusalén, se dedica a lanzarle cohetes desde Gaza. Abás, que dice querer tanto a su pueblo, lo manda a morir intentando matar.
Lo último que quiere Teherán es que fructifique la normalización entre el Estado judío y el mundo árabe.
A Hamás y compañía les da igual el bienestar de los gazatíes: sólo piensan en destruir a Israel.
El movimiento islamista palestino Hamás ha recibido por fin una dosis de su propia medicina. Y no le ha gustado.
A la organización terrorista islamista no le importa lo más mínimo el bienestar de los gazatíes.
El ‘rais’ está recibiendo una dosis de su propia medicina.
Organizaciones terroristas islámicas como Hamás y Hezbolá están de enhorabuena.
El movimiento islamista no cuenta con Fatah ni la Autoridad Palestina en sus planes para crear un emirato independiente en Gaza.
El único condenado en EEUU por el 11-S apunta a tres prominentes miembros de la Familia Real.