El exjefe de las Fuerzas de Defensa de Israel ha obrado como un patriota.
Enésimo terremoto en la política israelí.
El interés nacional debe primar sobre las promesas electorales.
El exmilitar acabará soliviantando a los odiadores de Netanyahu, no les quepa duda.
El gran problema que los izquierdistas israelíes y sus simpatizantes americanos tienen con la democracia israelí es que su bando no gana las elecciones.
“Amo a este país por encima de todo y seguiré siendo su soldado fiel”.
La UE y el Estados Unidos de Biden se empeñan en no reconocer la gravedad de la situación.
El tercero más numeroso y el que más mujeres alberga en su seno.
Bibi no cae tanto por las acciones de unos rivales malévolos o por factores externos como por sus propios defectos.