Fatah y Hamás son una auténtica maldición para Palestina.
Hamás y la AP se han apropiado para sus propios fines de terrenos de la Franja de Gaza, antaño ocupados por asentamientos judíos.
Es similar a Hezbolá, y está atrayendo a exmiembros de Hamás y de la Yihad Islámica Palestina.
El movimiento antinormalización BDS no es más que un grupo de racistas ‘camisas pardas’ que trata de destruir cualquier oportunidad de paz y coexistencia entre los palestinos e Israel.
Egipto sólo tiene dos opciones: una nueva tiranía islamista o el actual régimen militar.
Netanyahu representa a sus conciudadanos. Abás, en cambio, detenta el poder.
El discurso del presidente egipcio a favor de la moderación y la reforma del islam no se traduce en medidas concretas.
Qué necesario es que Obama y Kerry lean este libro.
Recientes colaboraciones entre Israel y Egipto despiertan esperanzas de mejoría en las relaciones entre ambos países.
Muchos de los jóvenes revolucionarios del país han empezado a marcharse. Consideran que la emigración es preferible a la tortura y la cárcel.