Con el 88% del voto escrutado, el bloque que respalda al primer ministro, Benjamín Netanyahu, se queda a dos escaños de la mayoría absoluta en el Parlamento (Knéset), fijada en 61 escaños.
Como refieren en el Times of Israel, es muy difícil que en lo que queda de recuento las cifras cambien sustancialmente, toda vez que parece que los partidos más pequeños han conseguido reunir los suficientes votos para superar el umbral de acceso a la Knéset, fijado en el 3,25%.
Así las cosas, no es ni mucho menos descartable que los israelíes vuelvan a las urnas a finales de año. Sería la quinta vez que lo hicieran en los últimos dos.