El presidente ruso, Vladímir Putin, se ha mostrado muy crítico con la estrategia de la Casa Blanca en el conflicto sirio. Putin asegura que los combatientes entrenados por EEUU se están pasando a las filas del Estado Islámico con el armamento proporcionado por Washington. Asimismo, afirma que Bashar al Asad merece el poyo internacional por su lucha contra las organizaciones terroristas, pese a que le sostiene una de las mayores organizaciones terroristas del mundo, la libanesa Hezbolá.
En cambio, el primer ministro británico, David Cameron, que ha llamado a un nuevo esfuerzo internacional por la paz en Siria, se mantiene firme en la idea de que el tirano abandone el poder. Asad «no puede ser parte del futuro de Siria», ha sentenciado.
El presidente galo, François Hollande, informó ayer de que el objetivo había sido un campo de entrenamiento en las inmediaciones de Deir ez Zor (este). «Nuestro país confirma así su firme compromiso de luchar contra la amenaza terrorista representada por el EI. Atacaremos mientras nuestra seguridad nacional esté en juego«.
Francia se une así a la campaña contra los yihadistas en Siria; hasta el momento sólo había participado en las operaciones en Irak.
Según el Kremlin, el presidente ruso, Vladímir Putin, y el rey de Arabia Saudí, Salmán ben Abdelaziz, departieron este fin de semana sobre la situación en Siria y la lucha contra el Estado Islámico en una conversación telefónica.
El comunicado oficial informa de que hablaron sobre «la construcción de una cooperación internacional más eficaz en la lucha contra el llamado Estado Islámico y otros grupos terroristas » e «intercambiaron puntos de vista sobre cuestiones de seguridad regional, en el contexto de la búsqueda de formas para resolver el conflicto en Siria».
El presidente de Irán ha aprovechado su viaje a EEUU, con motivo de la Asamblea General de la ONU, para hablar de las posibilidades de inversión en su país. «El clima post sanciones ha creado nuevas condiciones económicas y políticas que deben ser utilizados para aumentar el comercio, las empresas económicas e industriales», dijo Hasán Ruhaní a un grupo de empresarios estadounidenses, con los que se reunió el sábado.
El ministro de Salud de Arabia Saudí, Jaled Al Faleh, informó también de que el número de heridos asciende a 934, y de que no hay peligro alguno de epidemias durante el Haj, la gran peregrinación anual a La Meca.