En una amplia entrevista concedida a Associated Press y al Canal Uno estatal ruso el martes por la noche, el presidente Putin advirtió a Occidente en contra de una acción unilateral en Siria, pero afirmó que su país «no excluye» respaldar una resolución de la ONU que autorizara un ataque si se demuestra que el régimen sirio ha empleado armas químicas contra su propio pueblo. Putin añadió que su país ha congelado el envío a Siria de componentes del sistema de defensa antimisiles S-300, si bien reconoció haberle proporcionado algunos de esos elementos con anterioridad. Esta entrevista es la única que concederá el mandatario antes del inicio de la cumbre del G-20 en San Petersburgo este jueves.
El presidente estadounidense ha conseguido en los últimos días aliados de peso para su plan de ataque. Si hace unos días fue John McCain quien anunció que respaldaba su iniciativa, ayer fueron el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y el líder de la mayoría republicana, Eric Cantor, quienes prometieron su apoyo al presidente en la decisiva votación de la semana próxima. Ambos afirmaron, además, confiar en que sus compañeros del Partido Republicano en la Cámara harían lo mismo.
Moscú informó ayer de que su sistema de alerta temprana nuclear había detectado el lanzamiento de dos misiles balísticos en el Mediterráneo Oriental. Posteriormente se rectificó esta información, ya que se trataba de un solo misil. Si bien en un primer momento reinó la confusión al respecto, pues ni EEUU, ni Israel, ni Siria se responsabilizaron del lanzamiento, finalmente las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron que éste formaba parte de un ensayo conjunto con Estados Unidos para probar sus nuevos misiles Sparrow.
La pena ha sido impuesta por el Tribunal Militar egipcio, encargado de juzgarlos por su intento de cometer actos violentos contra el Ejército en Suez el pasado mes. Otros 45 miembros del grupo islamista han sido condenados a cinco años de prisión, mientras que ocho integrantes del mismo resultaron absueltos.
Según las autoridades helvéticas, el gobierno de Bashar al Asad ha realizado desde 1998 catorce intentos de comprar material susceptible de ser utilizado en la construcción de armas prohibidas. Suiza denegó la exportación de estos elementos, entre los que se encontraban un biorreactor, válvulas y una bomba industrial de vacío, porque, a pesar de que tienen uso civil, pueden ser utilizados para convertirlos en armamento de destrucción masiva.
La Policía israelí ha debido intervenir esta mañana en Jerusalén después de que varios hombres enmascarados arrojaran piedras a los visitantes judíos a la zona del Monte del Templo, en la explanada donde se alzan las mezquitas de Al Aqsa y de la Roca, y a las fuerzas de seguridad que allí se encuentran. Los agresores se dispersaron tras la intervención policial y se refugiaron en mezquitas, según informó la Policía. Por otra parte, la Policía detuvo en los accesos a la capital a varios autobuses de árabes que se dirigían también al Monte del Templo, pues las Fuerzas de Seguridad sospechaban que sus ocupantes tenían la intención de cometer disturbios.
En unas declaraciones a la radio palestina, Yaser Abed Rabo, secretario general del Comité Central de la OLP y uno de los principales asesores del presidente de la Autoridad Palestina, afirmó que las conversaciones de paz con Israel estaban siendo «inútiles» y no producirían resultado alguno. «No espero que se produzca avance alguno a menos que haya una poderosa presión norteamericana, como la que estamos viendo que ejerce respecto a la cuestión siria», añadió. El martes las delegaciones palestina e israelí se reunieron en Jerusalén por quinta vez desde que se reanudaron las conversaciones el pasado 29 de julio.