En el norte de Siria, las Unidades de Defensa del Pueblo Kurdo combaten tanto al régimen de Bashar al Asad como a los islamistas del Frente Al Nusra o del Estado Islamico de Irak y Siria.
En todos los pueblos de la región hay controles en los que hombres y mujeres inspeccionan a los vehículos en busca de coches bomba. Hombres y mujeres, porque en estas unidades kurdas ambos combaten por igual.
«Somos como los hombres, no hay diferencias», afirma una de las guerrilleras. Y añade, sonriente: «Las chicas somos mejores luchadoras. Eso es así (…) Nunca nos rendiremos, preferimos matarnos».