Contextos

Periodismo catarí

Por Clifford D. May 

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"Al Yazira America, como su afianzada hermana en lengua árabe Al Yazira, es propiedad de 'la familia real de Qatar', que la gestiona y financia generosamente, la forma más educada posible de describir a los dictadores dinásticos del emirato petrolero, quienes, además, resultan ser financiadores de Hamás, una organización considerada terrorista por el Gobierno estadounidense, y de los Hermanos Musulmanes""El mes pasado dimitieron 22 empleados de la cadena en Egipto, debido a la cobertura favorablemente sesgada que se les brinda a los Hermanos Musulmanes. Y a principios de este mes a un antiguo miembro de los Hermanos se le ofreció tiempo en Al Yazira para que afirmara que el actual hombre fuerte de Egipto, el general Abdel Fatah al Sisi, es judío, y que la crisis del país es una trama sionista basada en Los protocolos de los sabios de Sión""No estoy sugiriendo que Al Yazira America será un eco de Al Yazira en árabe. Lo que digo es que, como su cadena hermana, AYAM (como la llaman cariñosamente), tendrá un objetivo, emitirá determinados mensajes y observará ciertas prohibiciones""¿Un medio propiedad de un dictador extranjero tiene ahora el 'derecho' a estar en nuestros salones? Qué innovadora forma de 'guerra legal', el empleo de las leyes y tribunales norteamericanos para limitar las libertades de sus ciudadanos"

La semana pasada tuvo lugar el lanzamiento de Al Yazira America. En la nueva cadena de televisión participan estrellas del medio como Soledad O’Brien, Joie Chen, Sheila MacVicar, John Seigenthaler, David Shuster o Ali Velshi.

Paul Beban, un corresponsal en la región, dijo a Joanne Ostrow, del Denver’s Post, que “aleja las sospechas respecto a Al Yazira America con ‘un poco de humor y cordialidad’”. Por ejemplo, cuando se le pregunta si se le obliga a llevar burka, Beban contesta: “¿Sabe qué? No les quedaban de la talla 42”.

Pese a esta gracieta, Ostrow señala: “Entre la audiencia hay quien se muestra algo más que desconfiado respecto a la última incorporación al campo”. ¿Y a qué cree que puede deberse?

Comencemos, tal vez, por el hecho de que Al Yazira America, como su afianzada hermana en lengua árabe Al Yazira, es propiedad de “la familia real de Qatar”, que la gestiona y financia generosamente, la forma más educada posible de describir a los dictadores dinásticos del emirato petrolero, quienes, además, resultan ser financiadores de Hamás, considerada una organización terrorista por el Gobierno estadounidense, y de los Hermanos Musulmanes.

El jeque Hamad ben Jalifa al Zani llevaba sólo un año como gobernante de la pequeña nación cuando fundó Al Yazira, en 1996. La emisora se convirtió rápidamente -en palabras de Walter Russell Mead, profesor de la cátedra James Clarke Chace de Asuntos Exteriores y Humanidades en el Bard College- en el “perrito faldero periodístico” de Qatar.

Shibley Telhami, profesor de la cátedra Anuar al Sadat para la Paz y el Desarrollo en la Universidad de Maryland, señaló: “Incluso cuando Qatar emergió como aliado clave de Estados Unidos, Al Yazira dio voz a Osama ben Laden”.

El profesor Fuad Ayami, ganador de la beca MacArthur, llegó a la misma conclusión en una crítica de Al Yazira en el New York Times. Escribió que la cadena “no es televisión sutil”. Entre los ejemplos que citaba están los siguientes: un documental que presentaba al Che Guevara como un “héroe romántico y maldito”. Dijo que la idea era inspirar una imagen similar de Osama ben Laden, “el rebelde islámico”.

Durante años, en Al Yazira ha aparecido el jeque Yusuf al Qaradawi, estrella del popular show Sharia y vida. Qaradawi ha alabado a Imad Mughniyah, el cerebro terrorista tras los atentados suicidas de Beirut en 1983, en los que murieron 241 marines.

Pocos años antes, lanzó una fetua en la que decía que “el secuestro y asesinato de americanos en Irak es una obligación [religiosa]”. Qaradawi promueve “la difusión del islam hasta que conquiste el mundo entero e incluya tanto a Oriente como a Occidente, lo que señalará el comienzo del retorno del Califato islámico”. Ha ensalzado a Hitler, diciendo que el Führer “logró poner a los judíos en su sitio. Fue un castigo divino para ellos. Si Alá quiere, la próxima vez será a manos de los creyentes [musulmanes]”.

En junio abdicó el jeque Hamad, que cedió el poder a su hijo, el jeque Tamim ben Hamad al Zani. El nuevo emir, de 33 años y que ha recibido una educación británica, puede ser muy diferente de su padre, de 61 años, pero es demasiado pronto para saberlo.

Lo que sabemos es esto: a Qaradawi no le han dado la carta de despido. El mes pasado dimitieron 22 empleados de la cadena en Egipto, debido a la cobertura favorablemente sesgada que se les brinda a los Hermanos Musulmanes. Y a principios de este mes a un antiguo miembro de los Hermanos se le ofreció tiempo en Al Yazira para que afirmara que el actual hombre fuerte de Egipto, el general Abdel Fatah al Sisi, es judío, y que la crisis del país es una trama sionista basada en Los protocolos de los sabios de Sión. El entrevistador no cuestionó dichas afirmaciones.

Los reporteros, productores y publicistas de Al Yazira America afirmarán que su actividad es completamente independiente de Al Yazira en árabe. Decidan ustedes: ambas tienen los mismos propietarios (formalmente, Al Yazira Media Network), que, además, son quienes las financian. Imaginen que una compañía norteamericana explotara a los trabajadores en algún país tercermundista, y les dijera a los periodistas: “¡Pero esa división es completamente independiente de la de Estados Unidos!” (En realidad, no hace falta que se lo imaginen, pero luego vamos con eso).

No estoy sugiriendo que Al Yazira America será un eco de Al Yazira en árabe. Lo que digo es que, como su cadena hermana, AYAM (como la llaman cariñosamente), tendrá un objetivo, emitirá determinados mensajes y observará ciertas prohibiciones.

Soledad, Joie, Sheila, John, David, Ali: estoy seguro de que han escuchado los insistentes rumores de que Qatar financia a grupos de Al Qaeda en Siria. ¿Qué dirían sus patrones si ustedes les propusieran investigarlo? Y ¿qué hay del tratamiento que reciben los trabajadores extranjeros en Qatar? ¿No sienten curiosidad por saber si informar sobre esa situación sería considerado fuera de límites?

Sospecho que Al Yazira America será televisión sutil. Christopher Harper, un veterano periodista en prensa escrita y televisión, que ahora es profesor en la Temple University, pasó largas horas viendo la primera semana de emisiones de AYAM, las cuales fueron ampliamente publicitadas en otros medios, por ejemplo: “Al Yazira America apoya [económicamente] a la NPR [National Public Radio, la radio pública estadounidense]”. Descubrió que la información tenía “un trasfondo antiamericano”.

Por ejemplo, hubo una historia sobre la alimentación forzada a reclusos en huelga de hambre en una prisión de California (¿para apuntar así a la huelga de hambre en Guantánamo?) y otra sobre trabajadores de Bangladesh que fabrican pantalones para Old Navy, supuestamente en malas condiciones, pantalones, que de nuevo supuestamente, acaban en Estados Unidos (un ejemplo de musulmanes oprimidos por culpa de los norteamericanos). Si los directivos de Old Navy en Norteamérica hubieran dicho: “¡Pero nuestra división de Bangladesh es completamente independiente de la de Estados Unidos!”, ¿los reporteros de AYAM se lo hubieran creído?

También es destacable que el primer invitado de AYAM fuera Stephen Walt, el profesor de Harvard que, en palabras de Jeffrey Goldberg, de The Atlantic, “se gana la vida usando a los judíos como chivo expiatorio”. Lo que dijo en esa ocasión, que la situación en Egipto era “un triunfo de la estupidez”, me pareció incuestionable, pero supongo que será un comentarista habitual de la cadena para una serie de temas.

AYAM está disponible desde hace dos semanas para cerca de 48 millones de hogares, a través de Comcast, Verizon, FiOS, Direct TV y Dish Network. Los espectadores no decidimos qué emisoras recibimos (un tema que me gustaría que tratara el Congreso). Pero los directivos de la cadena tampoco quieren que los proveedores decidan. Así que hace quince días sus abogados presentaron una demanda para obligar a que AT&T incluya sus emisiones, para “hacer respetar los derechos de Al Yazira America”.

¿Un medio propiedad de un dictador extranjero tiene ahora el “derecho” a estar en nuestros salones? Qué innovadora forma de “guerra legal”, el empleo de las leyes y tribunales norteamericanos para limitar las libertades de sus ciudadanos.

En los últimos años, el número de demandas y de amenazas de las mismas contra periodistas, investigadores y publicaciones ha ido en aumento, lo que ha congelado las investigaciones sobre una serie de cuestiones relativas a varias de las más poderosas figuras de Oriente Medio. Esta tendencia ha recibido poca atención mediática.

Soledad, Joie, Sheila, John, David, Ali: todos ustedes han hecho periodismo serio en el pasado. ¿No sería el momento de descubrir si sus empleadores les consideran verdaderos periodistas, libres para seguir a las historias allá donde les lleven, o meros instrumentos de la política exterior catarí?

 Foundation for the Defense of Democracies