Teherán quiere subvertir el orden regional y hacerse con los recursos y los santos lugares islámicos.
Riad no es el único actor de relieve; algunos analistas, de hecho, sugieren que su influjo ha decaído en las últimas décadas.
Los musulmanes ya representan el 6% de la población del país centroeuropeo.
Los terroristas quieren ‘salvar’ a los suyos de la podredumbre occidental.
La situación en Oriente Medio puede empeorar aún… con consecuencias funestas también para Occidente.
La guerra ‘fría’ entre Arabia Saudí e Irán puede derivar en una ‘caliente’ de consecuencias funestas.
Porque es el político en que más confían los israelíes en cuestiones de seguridad, sostiene Moshé Arens.
El futuro ya está aquí, en forma de gran inestabilidad.
La propaganda chií de los iraníes y de sus aliados trata de presentar a todos sus rivales como miembros del grupo terrorista.
Riad sigue sin cumplir su compromiso de purgar sus tóxicos manuales.