Poderoso alegato del intelectual israelí de origen norteamericano Yossi Klein Halevi.
Es deber de todo primer ministro de Israel recordar al mundo que los judíos ya no son un pueblo vagamundo del que se pueda abusar con impunidad.
Por primera vez en la historia de Israel, la mayoría de los inmigrantes procede de países occidentales.
Los dirigentes de algunos grupos cristianos, dispuestos a ignorar manipulaciones y persecuciones con tal de socavar al Estado judío.
Estamos no sólo ante una cobertura sesgada sino ante una desgracia moral.
A quienes dicen estar preservando la democracia israelí pero no hacen más que boicotearla habría que dedicarles una mirada de desprecio.
A la mayoría no le gusta el nuevo Gobierno del Estado judío… que sigue mereciendo su apoyo frente a quienes se afanan en destruirlo.
En su intento de demonizar a Bibi, están infligiendo un daño potencialmente irreparable a Israel y al pueblo judío.
El vendaval de israelofobia desplegado por jugadores y aficionados es malo para la paz.
“Aún hoy, todos aprendemos de él, de su sionismo, sacrificio y dedicación”.