Existe un problema dentro del islam que reside en su aspiración central, incompatible con una sociedad abierta y democrática.
Para el clérigo salafista Yasir al Burhami, la mujer es una posesión más que se puede abandonar si peligra la vida propia.
Su caída en manos de los islamistas supondría un importante golpe para la moderación y la tolerancia en el islam.
Túnez es hoy un país tristemente homologable a los de su entorno en el que el islamismo se impone a pasos agigantados.
El régimen egipcio utiliza el miedo como elemento de disuasión y el islam como herramienta de control.
Este ataque yihadista contra la catedral de San Marcos no supone para los coptos algo diferente de lo que significaría para los católicos un ataque yihadista contra el Vaticano.