El gran muftí puso todos los huevos en la cesta de su conmilitón judeófobo Adolf Hitler.
Con un Erdogan reforzado sólo cabe esperar una sociedad menos libre, democrática y laica.
El islamista turco pretende dominar Europa mediante el chantaje y el cambio demográfico.
Nada era más necesario que este ventarrón de aire fresco en una institución tan corrompida.
Ha llegado la hora de replantearse las relaciones con Ankara.
Se extiende el sentimiento anti Erdogan en el Viejo Continente.
Hace bien el presidente Donald Trump en respaldar a Israel, pero no debe cancelar la idea de la creación de un Estado palestino.
El Santo Padre está haciendo un flaco favor a la causa de la paz.
Quito equipara en la ONU la barbarie nazi con el sufrimiento del pueblo palestino.
Que el ‘rais’ fuera un agente de la KGB no es irrelevante ni mera «curiosidad histórica».